En la sesión de hoy hemos hecho dos cosas importantes, la primera ha sido la presentación de la narrativa digital y la segunda, la presentación de la cartografía.
Respecto a la cartografía, tengo que decir que ha sido bastante duro. En ningún momento me esperaba que ese acontecimiento se iba a dar de la manera que se ha dado. En un principio, yo, tenía muy claro lo que quería decir y lo que no, pero al ponerme en el medio y empezar a hablar sobre mi obra de arte, algo dentro de mi ha saltado y no he podido evitar sacar mi lado emocional y sentimental. Me ha removido muchísimo, pero a decir verdad también me ha servido para darme cuenta de que he sido capaz, soy capaz y seré capaz de cualquier cosa. Que los sueños se pueden cumplir y que no hay mal que cien años dure.
Presentar la cartografía me ha ayudado a seguir creciendo como persona, ha tener una mentalidad aún más abierta y a admirar aún más a mis compañeras.
Mis raíces están más enraizadas que nunca y me ayudan a seguir de pie, con fuera y firmeza. Gracias a los que me rodean (familia, amigas, amigos, compañeras, compañeros, etc), me he ido construyendo, deconstruyendo, cambiando y creciendo. Gracias a mis hobbies (leer y escribir), he tenido la oportunidad de conocerme mejor, de entenderme y saber gestionar todo ese mundo que llevo dentro.
Y finalmente, gracias a esta última sesión, me he dado cuenta de todo lo anterior y realmente soy feliz. Porque ser feliz no es una meta, sino un estilo de vida.
Como se puede apreciar en la foto, la forma que le he dado a mi cartografía es la de un árbol, con sus raíces y sus ramas, porque me identifico mucho con él y con lo que representa.
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